Tras un fin de semana de convivencia con las
familias y los niños y niñas de los BOOM, nos pusimos manos a la obra en la
preparación del campamento de monitores, es normal que lo realicemos en Semana
Santa pues es la fecha señalada por tradición tras estos últimos años.
En fin, el viernes salimos hacia Jimena del Libar y
llegamos sin problemas, aunque la carretera no nos dio mucha confianza la
verdad. Esa misma noche se realizaron las primeras dinámicas de presentación,
el juego de “Juan Candelas” y por último el “Pollito inglés nocturno BOOM”.
Tras una noche, en la que al parecer pocos pudimos
pegar ojo, amanecimos lloviendo bastante fuerte y ¡tocaba senderismo!,
tras
esperar un rato y ver que no amainaba, como buenos BOOM, cogimos carrerilla y
para adelante. Nos pegamos bajo la lluvia una caminata de unos 6km para
llegar a una bonita catarata en la que
varios de pegaron un chapuzón (ya poco nos importaba el agua). Tras llegar al
campamento hasta los huesos de agua, nuestra zona de camping cada vez se inundaba
más y nos obligó a recoger todo rápidamente y trasladarnos con todo a los
baños. Tuvimos suerte y una compañera voluntaria de la zona pudo lograr que un
amigo nos prestara una casa rural donde pudimos comer y tomar una ducha
calentita, además pusimos el fuego bajo y eso fue la gloria tras lo que
habíamos pasado. Esa noche hicimos varias dinámicas de conocimiento y expresión
además de aprender a mejorar nuestro método asambleario.
El domingo nos pusimos en marcha con muchas ganas y
tras tener todo recogido nos dispusimos a realizar los talleres de
manualidades, las dinámicas de cooperación y por último las de despedida.
Aunque fue pasado por agua nos vinimos con muy
buena sensación, compartimos muchos y muy buenos momentos como grupo, nos
reímos y lloramos, pero sobre todo disfrutamos.